Día de los enamorados
Está el camino ancho de la amistad que a veces conduce a un terreno más personal y estrecho. Y, llegados aquí, no es que yo me vuelva más exigente, sino que me vuelvo mucho más entregado. De la misma forma que no comparto la luna y las estrellas con un amigo, con la mujer de quien me enamoro sí que comparto la luna, las estrellas y el conjunto del firmamento. Y claro, aquí también hay que decir que no me enamoro treinta veces por minuto, así como que yo tengo que creer en lo que siento.
En la vida humana, se utiliza la palabra amor infinitas veces. Y a saber lo que quiera significar.
Qué valoro en una pareja. Pues por ejemplo, para enamorarme de una persona, valoro que todo es tan sencillo y tan fácil que tienes que restregarte los ojos para creer que no estás soñando. Que te dices a ti mismo, cómo es posible que me entienda tan bien con esta persona. Pero eres feliz, y no tiene precio, no tiene parangón ni comparación con nada de este mundo, esa química que desarrollas con la mujer de quien estás enamorado. Te importa un comino los tópicos de que el amor muere o se debilita o pierde el tono muscular, no sabes de qué se está hablando porque, para ti, el amor crece de día en día. Por supuesto cuando lo cuidas y cuando lo respetas y valoras.
Se valora ese espacio tan íntimo y tan próximo con otra persona, es un mundo único, donde solamente el amor tiene la potencia y el impulso necesario para crear todo ese nuevo mundo. Es una aventura vital de las de transformar todo, por dentro y por fuera. La metamorfosis del amor. Y es una aventura única, que conforman dos personas y la aventura se corresponde también al cómo son esas dos personas.
Y soy muy ingobernable y rebelde y libre en este sentido. No gobierno ni gobiernan mi amor. Me enamoro cuando me enamoro y no me enamoro cuando no me enamoro.
Y bueno, sé que evoluciono cada nuevo día. Sé que hay cosas que no hay que darlas por sentado. Sé que el optimismo vital tiene fundamentos objetivos en la vida, que no es una entelequia o una mitología o una falsedad. El amor no te garantiza que tengas una feliz, longeva, saludable vida, pero tú mismo puedes poner un poco de tu parte, según cómo son tus sistemas de valores y tus sinceridades internas, también según sea la contradicción con la que vives.