Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2011

Nochevieja

Si tuviera que hacer un resumen del año, en esta tarde de nochevieja 2011, creo que uno de los pilares del año que está por terminarse dentro de unas horas ha sido el conocer personas, conocer situaciones, conocer experiencias, resultado de todo lo cual, sin moverme de mi casa, sin moverme de mi pueblo, he tenido cambios de percepción. Cambios en la corta distancia de la interrelación humana. Admito que no estaba acostumbrado, que había perdido la costumbre de relacionarme con las personas. Durante varios años. Eran puramente relaciones corteses, de distancia, pero en ningún caso con acceso pleno a mi persona. Este año ha sido como un darse una ducha de realidades, de objetividades, de ver y de conocerme y experimentarme en la interrelación humana, con otras personas. Me he dado cuenta de muchísimas cosas, en este año. Darme cuenta de cómo yo era, hace unos años, de cómo soy ahora, en este instante, en este presente de vida. Y a la vez que he ido dándome cuenta de muchas c

Soñar que me ha tocado

¡Cuántas personas que sueñan en que les toque alguna de las muchas participaciones que juegan, en la lotería de navidad! Ahm vaya, no ha tocado el Gordo de la Lotería de Navidad. Entonces tocará El Niño, que tiene mejores premios, en Reyes. Apenas nunca, en mi vida, he jugado a los juegos de azar. Y siempre que lo he hecho, ha sido de forma ocasional, algún boleto, algún décimo, alguna quiniela aislada. Regresando a la relación de loterías y navidades, la navidad es un espacio donde muchas personas sueñan que les toca la lotería. Yo no entendía estas cosas de niño, porque pensaba que la lotería está en vivir, en vivir lo que ya te estás viviendo, en esperar que la suerte es el curso normal de las actividades de cada día, en vez de esperar que el azar o los juegos de azar te cambien la existencia, te conviertan en multimillonario de la noche a la mañana. Creo que la lotería es tener salud, es tener amor y es tener oportunidades de desarrollo real, en todos los sentidos,

El mundo de las abuelas

Las personas tenemos, si los tenemos, esos espacios inviolables, sagrados, que nos sirven de referencia personal con relación al sentido verdadero de nuestra propia vida y del conjunto de la vida humana. Espacios que nos enseñan principios sólidos de vida, que nos enseñan valores y comportamientos. Son comportamientos de otra u otras personas que han formado parte o que forman parte de nuestra vida, nuestra experiencia, aprendizaje y educación. Puede ser un amor adolescente o un compañero del instituto. Puede ser el hijo de los vecinos que te conocía desde que eras un niño. Puede ser la abuela que siempre tenía una mirada dulce, bondadosa, con quien te sentías amado y vivo. Las personas asumimos roles y papeles que les llaman ahora, pero en realidad queda en algo más tangible como es la responsabilidad, el cuánto o cómo somos de responsables con nuestras familias, vecinos, amigos, parejas, compañeros de estudios, de trabajo, etc. Cómo somos nosotros mismos con el mundo que nos

El amor y las personas

El amor no es una entidad abstracta. Es como si decimos que los valores humanos y los principios son entidades abstractas. A mí esto no me vale, el amor no es una filosofía y tampoco son una filosofía los valores humanos. Para mí, ver, sentir, pensar, es algo muy parecido. No veo oposición entre el sentir y el pensar. No veo conflicto en esas cosas. Por esto puedo ver desde la irracionalidad que puede tener el corazón (yo no lo veo irracional) y desde la sensatez o inteligencia que dejan ver los pensamientos (que no son tan fríos y tan intelectuales como se dice). Quiero con esto indicar que el cerebro no es una masa compacta de números y cifras y pensamientos y citas intelectuales. El cerebro es una máquina vital de emociones y no se sabe cuántos gramos de emoción tiene un pensamiento determinado porque tanto ellas (las emociones) como ellos (los pensamientos) forman parte de una misma realidad, que no se puede desligar una de la otra. No se puede pensar sin sentir y no se puede