Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2012

Hablar de inteligencia

Vivimos en un mundo donde se espera que seamos los más ricos, los más poderosos, respetados, envidiados. Pero no es inteligente, para esta sociedad, por ejemplo el matemático que rechaza un importantísimo premio por haber resuelto un enigma matemático. O el químico que rechaza fabricar un virus y hacerse millonario junto a una poderosa industria farmacéutica. La inteligencia no es algo tan inocente en la vida humana. Que si acaso tienes algún o algunos rasgos especiales en tu inteligencia, mejor es que te los guardes para ti y les des la aplicación práctica que hayas de darle, pero mejor será que no vayas alardeando de eso ni presumas de nada. Principalmente porque lo único que te puedes acarrear son envidias y posiblemente otras malas intenciones. Ser inteligente no es bueno ni es malo. Y no es algo tampoco que tenga necesariamente que guardar armonía con el concepto social y actual que hoy tenemos de la inteligencia y de las personas inteligentes. Yo no concibo la inteli

Individualismo y masa

Llevo años viendo unos cambios descomunales en las referencias humanas. Sospechosamente descomunales. Frente a cambios propios de la globalización que, en el mismo sentido que lo hace la globalización climática, toma distintas formas según el lugar exacto donde actúa, así veo todos estos años, no ya estos últimos años sino estas últimas décadas. La calidad ética de las personas no ha mejorado. Tampoco ha mejorado la calidad ética de sus sistemas de organización y gobierno. Pero lo más sospechoso es la reacción individual que tomamos las personas, el cómo usamos el individualismo que hoy impera. Hay demasiadas personas que piensan y viven con el ¡todo vale! y oiga, no, eso de que todo vale, para nada, vale ya de tanta violencia y estupidez irracional. Así veo los tiempos actuales. Confusos y revueltos, contradictorios. Donde o tú mismo te pones las pilas o te las ponen, pero de una marca distinta a la tuya y un voltaje distinto al tuyo. El mundo es difícil, de acuerdo, pero

Redes Sociales

Estoy desconectado, veo bien el estar desconectado. Me siento mejor con esta desconexión de todo eso que ahora se llaman Redes Sociales. Quiero descansar o quiero mantenerme a distancia. Creo que es una realidad de pura apariencia, absorbente, que desgasta más que fortalece. Yo no quiero tener 500 amigos que apenas conozco, ni 5000, ni quiero tener una larga lista de contactos, ni tener 400 conocidos en un Chat, conocidos por un nick o alias. No me gusta eso, me parece una fantochada que ya bastante me la he vivido una vez. He comprendido que esas cosas no me hacen feliz. Bueno, dicho todo esto que parece así como a una declaración de principios, lo que quiero decir es que vale, quiero estar comunicado en las nuevas tecnologías, pero en lo que se conoce por redes sociales, me quedo con mi docena de buenos amigos y no quiero cinco mil conocidos por distintos rincones del mundo. Yo sé que, en su momento, tendré que decidir entre lo que yo llamo vida privada y lo que puede llamar

Expresión musical

Crear música es algo más anárquico que crear literatura, palabras. Una canción son 3 a 4 minutos, algo que te sale con un poder inusitado del alma y del cuerpo y que consigues expresar con no se sabe bien qué arte o qué ciencia o qué impulso o qué corazón o qué sentimientos. Solamente se sabe que llega o transmite al alma, cuando así es.  Gracias a Dios tengo un buen contacto con la música y no tengo que esforzarme en dejar que de mí vaya naciendo esa melodía por escribir y por crear, que está creo que escrita ya en mis adentros pero que pide hacerse una referencia única dentro del formato de una canción. Quiero decir, creo que muchas de las canciones que quiero editar las tengo ya escritas en mi alma.