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Mostrando entradas de abril, 2015

Algunas de mis lecturas

En novela histórica,   creo que no soy excesivamente exigente con lo que quiero leer, pero me gusta leer algo bueno y no quiero leer algo regular o malo. Prefiero leer a Ken Follet, dos veces, antes que introducirme con un supuesto secreto de los templarios, donde pasan páginas y páginas y me estoy aburriendo con la lectura. Prefiero dedicar mi tiempo a Sinuhé El Egipcio, que creo que es un libro excepcional, muy bueno, en vez de dedicárselo al último judío, de Noah Gordon, que creo que es un libro regular, tirando a malo. Para mí es raro o inusual el encontrarme con buenos textos históricos. Yo por lo menos lo veo así. Es fácil hacer espectáculo con la historia pero el trabajarla con un rigor y un afán sencillo y sincero de conocimiento, no es tan fácil de encontrar. Creo que tengo un solo autor que admiro, historiador. Es Jacques Le Goff. Tengo un libro, El Hombre Medieval, que me parece una pequeña joya de consulta. Y ni siquiera lo ha escrito él, sino que él solamente

Occidente como modelo del mundo

Occidente como modelo del mundo. Es una más de las tantas injusticias del mundo humano actual. Es vender una moto que ni los propios que la han diseñado y comercializan conocen la marca, ni las piezas, ni la seguridad, ni el número de ruedas que tiene la moto. ¿Vamos la Humanidad a mejor o vamos a peor? Visto lo visto, es para tener miedo a los experimentos humanos, en especial a aquellos experimentos que son dirigidos o teledirigidos desde los hilos del poder. Ejemplo de esto, lo que hemos vivido en este pasado siglo en nuestra Historia Humana. Creo que ese camino ya nos está mostrando qué Humanidad estamos creando para este siglo veintiuno, los hijos de dos guerras mundiales, hijos de la era espacial, hijos de la televisión, hijos de la telefonía y de las nuevas tecnologías, hijos de la superpoblación y de las megalópolis, hijos de los grandes tráficos humanos, hijos del automóvil, del AVE, de los grandes cruceros y de los aviones más rápidos y más baratos.  Éstas son algunas de las

Contrastes mayúsculos

¿Somos felices las personas?. Podríamos ser mucho más felices y, en todos los casos, somos menos felices de lo que realmente desearíamos todos. Una cosa es ser felices y otra cosa es ser amargados. Entre ambas cosas existe un amplio territorio de acción, un amplio equilibrio. Yo digo que vale, que sí, que nuestra civilización humana ha traído buenísimas cosas a nuestras vidas, cosas que nos ayudan a vivir más años y quizás a explorar nuevos horizontes humanos, nuevas formas de seguir habitando este planeta. Pero, al mismo tiempo, ha traído todo un conjunto de abusos, engaños, disparates insanos, que hacen realmente difícil vivir de una manera normal. Podemos entristecernos en la vida, por motivos triviales, tópicos, que no corresponden con una visión saludable de la vida, que no corresponden con un entrenarnos para ser felices. Podría ser el caso de ponerse triste porque en el otro extremo del mundo, unos niños pasan hambre o amplia población muere por el virus del Ébo