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Mostrando entradas de enero, 2012

Mi forma de amar

No necesito nada nuevo; lo que me trae o me traerá cada nuevo día, bienvenido será, pero no fuerzo ni forzaré nada de la vida sino que me gusta que la vida se expresa con naturalidad, por sí misma. El amor comienza por la amistad, creo. Bueno, no sé por dónde comienza el amor, lo que sí sé es que la amistad es también amor y una forma de amar. He cambiado mucho, en los últimos años, en especial en estos tiempos de retiro rural, vivir medio solitario y medio aislado, que me ha ayudado mucho para reenfocarme y pensar qué es importante de la vida y qué es prescindible o accesorio. En mi forma de amar, he cambiado en que soy mucho más directo que nunca he sido, pero al mismo tiempo soy más invisible que nunca, quiero decir, estoy más cerca de todas las personas y estoy más lejos que nunca de todas las personas. Mi forma de amar es la que ha sido siempre, la que es genuina en mí, pero, además, siento ahora en mí cosas que nunca antes había sentido, cosas que son inéditas, d

Genios locos

Bueno, el tema de hoy está en lo siguiente: Supongamos que eres Edisson; que haces 40 inventos; que la gente flipa, ostia cómo este tío ha inventado la bombilla y trae la luz a Nueva York; o pongamos que eres Einstein y te hace la fórmula E= mc2; hale, a matarse las neuronas para comprenderla décadas después de que su autor la ha formulado. A nadie se le ocurre pensar que Boris Vian estaba loco, o Cortázar. La inteligencia se manifiesta en un copón de cosas distintas. Puede ser la inteligencia mística de una Teresa y un Juan de la Cruz, puede ser la inteligencia poética de Neruda, Mistral, Rosalía de Castro; puede ser la inteligencia en miles y miles de actividades humanas. Y qué pasa con las personas muy inteligentes; pues que nos parecen locos y les esquivamos su inteligencia dándole la razón como a los locos; o puede suceder que nos resulta genial estar con esas personas; porque es verlas y te diviertes; nunca estás aburrido. Pero a la vez hay gente que detesta a las pe

Hablemos del amor

El amor, primero hay que definir qué es el amor, después y solamente entonces podré hablar del amor, de cómo vivo el amor y, en concreto, podré hablar de una relación de amor que actualmente tengo con una mujer. Pero antes, en este ingenuo y terrible mundo de las palabras, es necesario definir qué es el amor, precisamente porque es una de las grandes palabras que han sido desgastadas de tanto traer y llevar. Qué es el amor, de qué estoy hablando. Es evidente que no puedo estar hablando del amor de discoteca que une a las parejas humanas y que, a los pocos meses, tienen a un hombre borracho, bebedor de tequila, a la mujer haciendo el oficio de sufrida y maltratada esposa. Es evidente que no puedo hablar de tantos ejemplos de amor supuesto que terminan en la cloaca o en el lodazal de la experiencia, como un mal trago, una mala experiencia, un mal momento. Se ha dicho y hecho tanto, en nombre del amor, que es necesario poner un poco de orden en la palabra. Y esto es así p