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Mostrando entradas de febrero, 2013

Un paseo por el Tormes

Un estupendo paseo, hasta el parque botánico de Huerta Otea y las riberas del río Tormes. Un poco de frío, es verdad, pero sigue siendo un paseo delicioso. Me gustan estos paseos que me doy con frecuencia por la orilla del río, por uno de tantos lugares que el río es transitable por sus orillas. Lo bueno que tienen es que apenas te encuentras con nadie y que, ya dentro del parque, tienes lugares donde puramente estar solo, a solas, escuchando el sonido del agua, viendo puramente la luz o los colores de la tarde o escuchando los sonidos. Las tardes frías de invierno, en ese lugar de la orilla del río, no había un alma. Y sí, fresquito se estaba, pero deliciosamente. Un lugar solitario que para nada sentía como solitario e invernal. Estar unos minutos a solas me ayuda a sentirme bien, como recargarte por dentro. El parque no tiene nada de especial. Es un parque nuevo y los árboles son pequeños. Está a medio construir. Cuando esté del todo, será realmente bonito, pero ahora p

Madurez de la pareja

Yo pienso que crear una pareja no es un asunto tan fácil como decir me gustas y yo te gusto; en el sentido de que ya no vamos buscando la perfección ni nosotros mismos buscamos ser perfectos en una relación de pareja. No vamos a por sobresalientes ni matrículas de honor ni vamos a demostrar nada ni a que nos pongan nota, ni nada por el estilo. No entramos a ningún examen o prueba sino que entramos a algo donde no tenemos que demostrar nada a nadie, sin pruebas, sin retos, sin rivalidades, sin tontas competencias. En la madurez de la vida no es algo tan fácil como yo te gusto y tú me gustas, sino que lo normal es que existe además todo un mundo ya organizado, igual como existe ese escepticismo que parece estar ya de vuelta de todo, que parece querer decirnos que ya lo hemos encontrado todo, que no hay nada más por ver, que está todo visto, como cuando se acaba una verbena, la orquesta se ha ido, el viento mueve las banderas y queda una sensación de soledad, donde el puro viento es

Un día cualquiera

Un día con sol, anunciando la primavera. Una música sonando en el equipo, Concierto para violín. Una puerta del balcón entreabierta, unos pájaros cantando en la calle. Vemos la realidad desde nuestra propia perspectiva. Trabajamos, pagamos nuestros recibos y nuestros impuestos, pero eso no quita el ver la realidad, que es la realidad de personas que piden en las puertas de los supermercados. O sentados en cualquier trozo de acera. La España que pide, mendiga, extiende la mano. Es la realidad también de sentir respeto por las tantísimas personas que están aprendiendo a vivir con estrecheces, en territorio inseguro, a veces inhabitable. ¡Qué España que tenemos!. Tenemos política hasta en la sopa, mala política, mediocre. Tenemos economía hasta en la sopa, economía de bajos fondos, economía sumergida, economía de ocultaciones, economía del hampa, economía de un supuesto Estado de Derecho. Tenemos sociedad, sociedad de disparates y absurdos, sociedad de sálvese quien pueda, so