Si tiene que ser, será
He superado la mitad de una vida. Eso si llego a viejo y sobrepaso los 80 años.
Qué quiero en adelante: Vivir, vivir, vivir.
Cómo: bien bien bien.
Cuándo: Ahora y ahora y ahora.
No sé si más adelante viviré solo o acompañado, si tendré uno, dos, tres o cuatro amigos o amigas, si tendré canarios o perro o gatos; o si me meto a monje o me voy a las montañas del Himalaya, no lo sé, la verdad; y no es inquietante no saber lo que no sé, no es ninguna preocupación para mí, pero la verdad es que no sé si viviré solo o si viviré en compañía, no tengo la menor idea, no lo sé.
En mi vida diaria, no me tomo nada en serio el asunto de la pareja; no lo hago; y dudo incluso si sé hacerlo, porque hace mucho que no vivo en pareja.
En estos años de vida rural, vivo como un monje, que yo practico mi propia religión, mi propia fe y mi propia norma de vida; una de ellas, no entran mujeres a gobernar mi casa.
O sea, no abro o despierto confianzas. Son tiempos para mí de vivirme en soledad, y que ya me la he vivido y progresivamente me he ido abriendo, tanto en la vida cotidiana, física, como en la vida de amistad a distancia, bien con amigos que hacía la pila de tiempo que no tenían noticias de mí, bien con nuevas personas que he ido conociendo.
He vivido solo y solitario, apartado; los mensajes de pareja me hacía el sordo, el tonto, el loco, el desentendido; iba puramente al despacho de las cosas del día y a volver a sentirme yo mismo y sentirme persona. Después de esto, si viene el amor, bienvenido es o será. Por tanto, encontrar pareja es algo llega si tiene que llegar.
El destino lo escribimos nosotros mismos, pero muchas veces encuentras lo que anhelas o a quien anhelas sin búsqueda alguna y otras veces te matas a buscar y no encuentras; esto no es aplicable a cosas racionales de la vida, pero el amor es y tiene mucho de irracional; no tanto el amor entre un amigo y una amiga, incluso hablando de buenos amigos, de amigos íntimos, que sigue sin tener nada que ver con ese espacio mucho más íntimo que significa una pareja y que es la directa expresión de que ha existido un flechazo de amor o una atracción mutua que legitima y da base y condimento y color a esa nueva relación de pareja que está formada por una mujer y por un hombre.