Madurez en el amor
Cuando ya no se mira el físico y se valoran otros espacios de vida y convivencia, que son nuevos y son por tanto también nuevas formas de ver y de vivir el amor, decimos que el amor se hizo mayor, o amor de mayores.
Yo quiero ahora profundizar en este tema; lo hago primero haciéndome la pregunta, primero qué es ser mayor, segundo, si ser mayor se refiere a ser viejo y por tanto a qué edad una persona, mujer u hombre, es viejo. Me hago dos primeras preguntas.
Para mí, ser mayor es un proceso que nunca acabas, que estamos siempre en él, que es el proceso de experiencia, de autoeducación, de aprendizaje, el proceso de crecer, de ser más o mejor persona, en el transcurso de cada nuevo año de vida.
Desde este punto de vista, una persona ya puede ser mayor con cinco años; quiero decir, hay personas que se comportan toda la vida como niños estúpidos y niñas tontas y hay personas que ya de bien chiquitines eran personas maduras y responsables.
Personas mayores, la tercera edad, los viejos. ¿A qué edad se comienza a ser viejo?. Yo veo a gente que ya nace vieja; veo a gente que es vieja con unos pocos años; veo a adolescentes envejecidos y viejos; veo a jóvenes que parecen centenarios y por último veo a gente de edad mediana que les veo ya más en el geriátrico que realmente en la vida cotidiana.
El amor de mayores, caramba, qué entendemos por persona mayor. El otro día vi a dos señores de edad avanzada, una señora y un señor, en el bus, debían tener sus 70 años. Bien, parecían dos adolescentes, juveniles, con vida.
Madurez y vejez, conceptos distintos.
Yo digo respecto al amor de mayores, hay gente que le entra el buen gobierno o la buena gestión de vida en algún momento de su trayectoria vital; es decir, gente que por hache o por zeta, en algún momento de nuestras vidas pasa algo que nos despierta, nos dice ¡eh! esto sí y esto no; es una suerte despertarnos, porque, a partir de despertarse, la vida que vives en adelante es una vida real, plena, sin cuentos y sin artificios.
Otras personas por el contrario van dormidas desde que nacen hasta que mueren; ni despiertan a los diez, ni a los veinte, ni a los ochenta, les das cincuenta años más de vida y siguen sin despertar.
¿Quién es quién? No se sabe. Hay que conocerse. Cada persona tiene su propia regla, su propia forma de ser y no puedes comparar a una persona con otra persona, porque esto no es cuestión de estadística sino de naturaleza, de esencia, de cómo somos cada persona en donde no se nos ve, por dentro.
Cuando decimos: el amor de mayores, pensamos que el amor existe en todas las personas, pero no es verdad; el amor es algo que todo el mundo le damos mucho al blablablá con el amor, pero en realidad el amor es intangible y el amor no está tan a la vista como creemos que lo está; quien alardea y presume de amor, difícilmente le hallarás con amor; es como el refrán dice: dime de qué presumes y te diré de qué careces.
El amor verdadero, puede ser de mayores o de jóvenes, a cualquier edad, pero es vital que es un amor verdadero porque se produce el encuentro entre dos personas verdaderas. Esta es la simplicidad y sencillez del secreto que no tiene ningún secreto.