Redes Sociales
Estoy desconectado, veo bien el estar desconectado. Me siento mejor con esta desconexión de todo eso que ahora se llaman Redes Sociales. Quiero descansar o quiero mantenerme a distancia. Creo que es una realidad de pura apariencia, absorbente, que desgasta más que fortalece. Yo no quiero tener 500 amigos que apenas conozco, ni 5000, ni quiero tener una larga lista de contactos, ni tener 400 conocidos en un Chat, conocidos por un nick o alias. No me gusta eso, me parece una fantochada que ya bastante me la he vivido una vez.
He comprendido que esas cosas no me hacen feliz. Bueno, dicho todo esto que parece así como a una declaración de principios, lo que quiero decir es que vale, quiero estar comunicado en las nuevas tecnologías, pero en lo que se conoce por redes sociales, me quedo con mi docena de buenos amigos y no quiero cinco mil conocidos por distintos rincones del mundo.
Yo sé que, en su momento, tendré que decidir entre lo que yo llamo vida privada y lo que puede llamarse vida pública o vida social. El saber fijar y definir el espacio es importante, sobre todo hablando de esa proximidad tan grande, tan cercana y distante al mismo tiempo, que dan las nuevas tecnologías. Quiero decir, por mi naturaleza, por mi forma de ser, soy amigo y partidario de tener una relación auténtica, con doce personas, que no cinco mil relaciones intrascendentes e inexistentes con personas que creo conocer y que verdaderamente no conozco. En esta línea va dirigida mi idea de cómo relacionarme, cómo emplear las redes sociales.
Hoy vivimos junto a muchas máquinas, junto a mucha tecnología. Y puede considerarse algo superficial, accesorio, superfluo, que no lo es en absoluto. Creo que esa tecnología ocupa mucho tiempo de nuestra vida. Y si es bien usada, todo está bien.
O sea, quiero decir, vale que sí, un hurra por las nuevas tecnologías y los modernos sistemas de comunicación, pero sin perder los estribos, sin perder el equilibrio, para vivir en paz. Prefiero estar un poco retirado del famoseo de todos y arrimarme a al anonimato verdadero de unos pocos.