Pasión por escribir
Hubo un tiempo en el que me retiré al medio rural durante años y, si por entonces alguien me hubiese preguntado qué me gustaría hacer el resto de mi vida, hubiese respondido: escribir, escribir, escribir.
Hoy vivo en el medio urbano y puedo decir que Escribir, el Escribir en mayúsculas, es una de mis grandes pasiones. Que no es la única, lo admito, pero sí que es una de las más poderosas y por tanto creo que hablar de esta pasión, era ponerla en primer lugar, preeminente en relación a las otras pasiones.
Cómo doy un perfil a esta pasión de Escribir. Es un perfil con un amplio campo de visión y de comportamiento. Mi pasión al Escribir es una pasión integral, completa, que comprende o abarca desde los rasgos caligráficos, desde las diferentes formas de lenguaje escrito y oral, y que ya, en el puro espacio de las palabras escritas, comprende un vasto o extenso paisaje, práctico y no práctico, teórico y no teórico, que no solamente toma formas narrativas o novelescas sino que toma traducción en un paisaje más extenso y también más cotidiano. Es algo así como decir que vivo y convivo con las palabras, con el fondo o trasfondo de comunicación y de lenguaje que subyace en las palabras humanas.
Dando un perfil concreto a cómo se expresa mi pasión de Escribir, veamos cómo puedo yo expresarlo, siendo fiel y riguroso a la realidad o a la verdad.
Mi campo de Escribir, creo que toma tres direcciones o grandes vectores. Todo es Escribir, pero su camino o dirección es diferente.
El primer campo o vector viene identificado por el Escribir Práctico. En este Escribir Práctico prima la realidad sobre la ficción, la previsión sobre la invención.
Luego existe un segundo campo o vector que es propiamente el espacio más creativo de todos, de los tres espacios o vectores hacia donde se proyecta mi tarea de Escritura.
Es decir, este segundo espacio comprende la Creación o la parte Creativa de la producción de palabras o texto.
Y por último, encontramos un tercer espacio que es la proyección social o proyección benefactora o altruista hacia algo o hacia alguien, que va también asociado a los dos campos anteriores.
En un parecido contexto, esta pasión por Escribir, ha ido actualizándose dentro de mí, tomando cuerpo, madurando.
Responde, en sus líneas esenciales, a la misma actitud personal y a parecidas tareas creadoras que ideé hace unos años, en mis tiempos de habitante por el mundo rural.
Tiene pleno sentido que haga ahora una observación general de esta pasión y de este objetivo de vida. En una panorámica general, me digo que es algo irrenunciable, que tiene una fuerza natural que pide hacerse realidad, en forma de argumentos y de palabras y construcciones y ortografías y sintaxis.
Me digo, asimismo, que sigue siendo, como ya era, más que un deseo inmediato, que arranca con velocidad y disminuye su marcha, es una pulsión innata, que va conmigo, en mí, que una vez que se pone en curso, se centra y concentra en ese espacio creador.
En estos análisis de mi capacidad creadora, me he sometido a ensayo y prueba, la prueba experimental del ensayo y error. Por ejemplo, soy muy rápido creando, redactando, porque tengo una imaginación muy visual, muy rica en detalles que después llevo fácilmente al espacio de redacción de palabras. O digamos que, como disfruto enormemente de esas tareas creativas, de describir situaciones, me resulta también relativamente fácil transmitir o comunicar esa emoción en la narración.
Creo asimismo que el hecho de más o menos producción literaria, es intrascendente e irrelevante, que lo mismo puedes pasarte cinco años con un libro o que puedes hacer tu obra maestra en tres meses. Esto es algo que depende del genio, el carácter, el talento de cada narrador. Y lo bueno es seguir sorprendiéndonos de esos diferentes lenguajes en la narración.
No busco el éxito del público. Tengo una búsqueda más pura: mi propia historia, contada por mí mismo. Yo seré su primer lector. Una vez que la he terminado y me gusta mi historia, incluso hasta apasionarme con la lectura, lo tengo fácil para compartirla con más lectores. El caso es que, si a mí me ha gustado mucho, qué me importa si le gusta mucho a un millón o a diez millones de lectores.
Regalarse a uno mismo el ponerse al día con las inquietudes y pasiones personales, regalarse el activar y sostener la voluntad en autorrealizar partes sustanciales de nosotros mismos, por ejemplo nuestra pasión por Escribir.