Por amor al arte

¿Soy artista?: la pregunta me hace pensar, porque no sé dar una respuesta correcta; tengo que pensarla.

Yo no sé qué es el arte.

Me explico.

No estoy de acuerdo con lo que comúnmente se llama arte en minúsculas o Arte en mayúsculas.

Para mí existen tres palabras que son Ciencia, Técnica y Arte; las tres palabras son complementarias. Pero son independientes.

Yo no estoy de acuerdo con casi nada del concepto Arte.

No soy Anti Arte; sino que no sé qué es eso que se llama Arte; no me gusta, además, el actual concepto de lo que es y no es arte. Ahora si decimos: arte es todo; bueno, vale, entonces sí soy artista.

Arte.

Qué es para mí Arte.

Arte es las manos de la mujer o del hombre que me pinta bisontes en las paredes de las cuevas.

Arte es cada piedra que mis manos toman entre las manos, que me emociona, de ver las talladuras tan precisas, de gentes que vivieron hace miles y miles de años; cada trozo de sílex o de cuarcita en mis manos, labrados por las manos humanas, es arte.

El trabajo del alfarero es arte, pero no es artista el que hace cacharros de barro por la churrera, a lo industrial.

El trabajo del artesano es arte; sus golpes precisos.
El trabajo del artesano de la piedra, de la madera, del hierro, es arte, una reja, una silla, una mesa.

El trabajo del injertador de plantas es un arte, cómo y dónde rasga con la navaja y junta planta con planta y se hace una de dos anteriores, juntando sus savias.

Un artista es, para mí, el griego que se subía a un púlpito y contaba una historia; el tartamudo Demóstenes que se metía piedrecitas en la boca para mejorar su dicción.

Un artista es, para mí, toda aquella persona que siente el arte correr por sus venas, el arte en toda su amplitud, en toda su grandiosidad, en toda su inmensísima y vasta belleza.

Para mí un artista es el antiguo juglar o trovador; o los titiriteros que iban de pueblo en pueblo; o el acróbata; o aquellas viejas gentes de teatro que hacían de la comedia un oficio; o toda la gente de circo.

Todos ellos son, para mí, verdaderos artistas.

Y un artista pienso que si es artista es porque es un artista verdadero.

Es artista la pintora y el pintor, la compositora y el músico, la vocalista y el trompetista, la que toca la batería y el que toca el bajo, la escultora de la madera y el escultor de la piedra, la que trabaja con trípode y el que hace clic clic con una cámara; incluso son artistas las y los diseñadores de páginas de periódicos, de revistas o de webs digitales; también yo pienso que ellas y ellos son artistas.

De gustos no hay nada escrito y de Arte todos entendemos; por tanto, llega un momento donde arte verdadero y arte comercial llegan a fundirse en un solo arte; al punto que si no vendes no eres artista; ¿usted vende? No; entonces usted no es artista.

Así tenemos que muchos artistas comen lechuga y pan negro, entretanto mucha gente que son cuentistas pero no artistas, viven copiosamente del arte actual.

Yo no me siento artista; no me siento artista aunque he tenido mis cerezos artísticos; hacer mis pinitos no me queda bien.

No soy artista en el sentido comercial de la palabra, en el sentido de que no vendo arte (porque no tengo comprador o compradora; no tengo mercado) y por tanto no fabrico arte.

Ahora, si me pregunto si hago arte, respondo que creo que sí, las 24 horas del día estoy haciendo arte, sin parar; respirando y caminando estoy haciendo arte, pero no está en venta y no lo vendo; y por tanto, por no ser comercial, desaparece del catálogo de arte que tenemos comúnmente en la actualidad.

Yo admiro al artista que ama su trabajo.

Admiro a Fito, a los Estopa y al Sabina aunque está más cascao quepaqué; admiro la gente emprendedora y valiente; en cualquier especialidad artística; les admiro.

Pero no admiro un triunfito que canta que parece que está dormido; me mata; me puede; o no admiro todo lo que es comercial, nada más que comercial.

Admiro a un José Mercé, cantándose por las mañanas, entonándose la voz; admiro un paco de lucía, del que he escuchado leyendas maravillosas; admiro un vicente amigo; admiro a todas las grandes voces, maravillosas, como amalia rodrigues, carlos gardel, carlos cano, víctor jara, pablo milanés, paco ibáñez, la voz desgarrada y poderosa y destrozada del poeta y cantante que maldita sea no me acuerdo de su nombre; y mira que le tengo pasión; sin saber de sus letras, que son tétricas; pero la dulzura desgarrada de su voz es única; canadiense, joder; si lo tengo en la punta de la lengua. Que canta con una mujer. Leonard Cohen.

Artistas; Miquel Barceló es un artista. Einstein también: una sola obra que dice E = m . c2

El arte; el arte es la obra pero el arte es el impulso vital que lo motiva.

Arte. Qué es arte. Puede ser una noche de tormenta, en Málaga, un dejar de llover y escuchar una guitarra flamenca, desde la oscuridad de un puente; parecía que eran las sirenas, desde algún lejano puerto; una guitarra melancólica y trabajada, rasgueando.

Veo a lo lejos a un joven, con su guitarra, tocando solo, en mitad de la noche; me acerqué; compartimos silencio y palabras; háblame de tu guitarra; yo la investigo; ¿investigas tu guitarra?; sí, yo la investigo; no sabía (yo) que una guitarra pudiera investigarse.

Allí aprendí, por primera vez, qué es una bulería; es, en el caso de un hombre, cómo estamos provocando a una mujer, la bulería viene de la burla, de la burla de broma, de cortejo, entre una mujer y un hombre; cuando tocas la guitarra haciendo bulerías, en realidad estás haciendo este baile de burla, de burla seductora, de cortejo.

Escuchando aquel joven, me sentí un incompetente; me fui al hostal pensando en que había un hombre que investigaba en las guitarras; me quedé así como diciéndome, joder.

Bueno, años más tarde, yo sigo investigando en mi guitarra.

Pero fue un maestro de la calle quien me enseñó a investigar en seis cuerdas y un trozo de madera.

Artistas; qué grandeza; la de cosas que estoy pensando que le debo a las y los millones de artistas de este mundo de todos los tiempos.