El mundo de las relaciones

El mundo de las relaciones es fascinante, el cual no solamente lo centro en relaciones humanas sino en todo el espacio interrelacional de conjunto. Es decir, comunicarse con las personas, comunicarse con los animales o con las plantas, comunicarse con la naturaleza viva, en estado puro, con toda su compleja antigüedad y con todo su cambio climático.

Pero, fijándome ahora en la humanidad, es verdad que existe un lado violento, conflictivo, dramático, en el conjunto de la relación humana. Los innumerables ejemplos que salpican de malos ejemplos la vida humana.

Pero todos esos malos ejemplos no menoscaban, no oscurecen el otro lado humano de la relación, en el que podemos conmovernos y emocionarnos por cómo son nuestros semejantes. Conmovernos ante la sabiduría de un anciano, el amor entregado de una madre o de un padre, el romántico corazón de un adolescente, las innumerables pruebas de buena conciencia, de tener buenos sentimientos dentro del cuerpo y de ponerlos en práctica.

Creo que si tuviera que buscar palabras para este mundo y esta vida serían palabras como fascinante, extraordinario, inmenso, intenso, vital, cambiante, maravilloso. Y esto tengo que expresarlo, tanto para la parte más racional y razonable como para la parte más sensitiva o irracional de mi cerebro. Es fascinante y maravilloso y yo formo parte de este mundo.