Progresía y democracia
Leí en la prensa local que la Harley Davidson que regalaron al Papa Francisco, se vende por 210.000 euros. Y que una cazadora de cuero, firmada por Francisco I, también se vende por 50.000 euros.
Me parece una noticia irrelevante para los tiempos que vivimos. Pero la televisión y la prensa están llenas de noticias irrelevantes. No me importa cuando estamos hablando de una empresa de comunicación privada. Cada cual es libre de hacer con su empresa, dentro del marco legal, lo que le dé la gana. Pero lo que me llena de indignación es que esto se haga en la televisión pública.
En las televisiones públicas. Ha sido la verdadera costumbre nacional de España y ha sido verdaderamente vergonzante. Usar los medios de comunicación públicos para propagandas que no guardan relación con la realidad del país y de la población. Me remito a la cultura democrática de otros países. Gran Bretaña y Francia tienen cultura democrática. Los países nórdicos tienen cultura democrática. Los países mediterráneos tienen también cultura democrática si no se hubieran dejado llevar por las diferentes corrupciones, en el sur de Europa y en el norte de África. Las democracias pueden ser mejorables, pero indudablemente es –hasta ahora- el mejor sistema de gobierno, el más justo, el que admite una verdadera participación ciudadana, es el sistema democrático.
Pero nos encontramos que un sistema democrático se hace de forma evolutiva. Son los ciudadanos y los gobernantes quienes realizan esa evolución democrática. Y de no hacerse bien, pueden existir demasiados cambios e irse el experimento al cuerno, si no se tiene una clara voluntad de preservar la democracia.
A ningún francés, británico, sueco, belga, norteamericano, canadiense, australiano, podemos pedirle que traicione a su país, siendo consciente de la traición que está cometiendo contra sus propios conciudadanos o compatriotas. Esto sí es propio de mafiosos que no tienen patria ni tienen raíces, que creen que un país y una democracia es un cortijo o una finca particular que gobernamos a nuestro criterio, pagando con dinero negro a nuestros clientes, empleados y subalternos.
Para gobernar un país, se necesitan unas bases. Se necesita una cultura que a veces se necesitan décadas y aún siglos para diseñarse, construirse, hasta ofrecer un perfil completo de sociedad. La democracia no surge de la nada. La democracia no es un invento obligado por Ley. No es un escaparate con objetos decorativos como constituciones, banderas, leyes.
Sería estúpido pedir a un británico que venda las islas Malvinas a los argentinos. Sería estúpido pedir a un francés que venda Francia a los chechenos. Trabajar en contra de tu propio país es ser gobernante y saltarte las leyes.
En España es hablar mucho, y que exista un mundo entre lo que se dice y se hace. Se llama progresía y democracia.