El juego mortal de las enfermedades

El cáncer se ha instalado en la sociedad occidental, sufriendo un crecimiento exponencial en los últimos años. Las expectativas de tener un cáncer son de auténtica epidemia, alarmantes. O dicho con estas palabras, uno de cada dos hombres tiene grandes posibilidades de contraer un cáncer en el transcurso de su existencia. Y una de cada tres mujeres, lo mismo. 

Visto así, es terrible. ¿Uno de cada dos hombres? ¿la mitad de la población masculina? ¿una de cada tres mujeres? ¿un tercio de la población femenina? Es un auténtico desastre.

A propósito de esto, me vienen varias preguntas. La primera ¿existía el cáncer con anterioridad? ¿causaba tantas muertes? ¿se consideraba en otros tipos de patologías?.

Y mi pregunta anterior hace también referencia a un hecho que va en la actualidad muy asociado al cáncer, los tumores, especialmente los tumores externos.

Bien, mi siguiente pregunta gira en torno a la siguiente cuestión. ¿No había cáncer antes de una fecha concreta?. O bien, ¿había cáncer en un espacio residual, para nada una gran epidemia o pandemia como en la actualidad?. Y la pregunta siguiente: ¿qué ha hecho que exista algo que no existía hace unas pocas décadas?¿qué es lo que ha producido esta enfermedad? ¿cuáles son sus causas?.

No importa si no coincidimos en las causas, pero veamos cómo seguimos un tratamiento de salud adecuado.

El sistema médico sanitario, público y privado, se ha encerrado en sí mismo. Y tiene un "para todos aspirina y café". Es decir, cirugía y radio y quimio. Pare usted de contar, esto es lo que tenemos, además de continuas pruebas y continuos seguimientos, que cuestan un dineral por cierto.

¿Es eficaz el sistema médico sanitario en combatir el cáncer?. Ellos dicen que sí, pero la verdad es que no, rotunda y absolutamente no. Por más que presentan sus credenciales de supervivencia, son mayoría quienes mueren, aún siguiendo ese supuestamente tan eficaz sistema médico sanitario.

Y con estas premisas, llegamos a una perversión mayúscula. Una enfermedad que ocupa grandes titulares desde hace un par de décadas y que va a mayores, creciendo y creciendo y creciendo. Una enfermedad monopolizada, por quién, por unos cuantos, por unos cuantos muy poderosos y muy importantes, entre los que también se cuentan las instituciones públicas, que en parte se hacen las ignorantes y las desentendidas.

El mensaje que damos a la sociedad es de tranquilos, todos los años tenemos 100.000 nuevos casos de cáncer en España, que la mayoría se nos mueren, pero tranquilos, seguiremos conforme ya estamos actuando. Se muestra y demuestra ineficacia casi total, pero rogamos a todos ustedes que no pierdan la paciencia. Sabemos que van a perder la vida, pero por favor no pierdan la paciencia. No se preocupen, serán muchos más los que mueran de cáncer en la próxima década, salvo que recibamos importantes cantidades públicas para seguir investigando y para hacer más eficaces los tratamientos que ya estamos empleando, mientras encontramos la cura infalible, que seguramente será comercializada por una gran empresa farmacéutica, por ejemplo Bayer.

Y usted y usted y usted, todos los afectados, comprendan que estamos hablando de algo más importante que las vidas de cada uno de ustedes. Estamos hablando de negocios multimillonarios y estamos hablando de ganar la batalla a esta pandemia. El implante universal, a bajo coste, sufragado por los gobiernos e instituciones públicas de cada país. El negocio del siglo. Cualquiera iba a pensarlo, el negocio del siglo.

Entretanto, lo más básico, curar, se nos olvida.

Ah, usted tiene un tumor que corre mucha prisa, ah vale, pues mire, pásese primero por taquilla, le haremos pruebas, si no hablamos de cáncer le haremos pronto la cirugía, si hablamos de cáncer le remitimos a oncología y a centros especializados, allí le dirán a usted qué es lo más adecuado que debe hacerse para estos asuntos de tal gravedad. Una vez llega usted a estos centros especializados, nuevas pruebas para regresar al principio de aspirina y café, como en todas partes, o sea cirugía más radio más quimio. Nuestro menú medicinal se compone exclusivamente de esto que está usted viendo: cirugía, radio, quimio. Esto es lo que tenemos.

Y entretanto, si usted quiere curarse, siga nuestro pasillo laberíntico, sométase a todos nuestros experimentos y pruebas.

O sálgase del sistema, allá usted.

¿He salido del sistema?

Eso parece.

¿Qué se siente salido del sistema?

Se siente lo que alguien puede sentir, en mitad de un desierto, en mitad de la nada, en mitad de una infinita arena donde, a saber, dónde habrá o existirá un oasis con agua, palmeras, dátiles, vete a saber. El desierto es muy grande y se traga a la gente y provoca espejismos. Y acaban muriendo de sed, sin encontrar el oasis.

Se siente soledad. ¿Soy el único que hago lo que estoy haciendo? ¿hay más personas que hacen lo mismo? ¿cómo les va a estas personas? ¿sobreviven o no sobreviven? No sé ni quiénes son, pero es evidente que me gustaría conocerles, poder aprender de esas personas, de quienes puedan indicarme algo de lo cual yo pueda aprender a vencer a esta enfermedad o a este lo que esto sea.

Se sienten, además, muchas otras cosas. Impotencia, indignación, desesperación, angustia, náusea, etcétera etcétera etcétera.

¿Es un activista quien se sale del sistema?

Activista anónimo o no anónimo, sí, sigue siendo activista.

¿Es revolucionario todo esto?

Yo creo que sí, muy revolucionario.

¿Cuál es el trasfondo o el doble fondo que esconde todo esto?

Buena pregunta. Qué esconde todo esto, porque realmente suena a un escondite, a un juego mortal.

Es un conjunto de situaciones que favorecen la tormenta perfecta. Si una mente perversa ha fabricado todo esto, realmente es un rato largo de perversa. Más perversa que quien inventó el SIDA, que fue otra invención. Antes no existían las enfermedades inmunitarias, que atacaban al sistema inmune del cuerpo humano. Han comenzado a existir después de la 2ª Guerra Mundial. Creo que la correlación es clara. No se trata de una enfermedad natural que ataca al ser humano. Se trata de una enfermedad generada en laboratorio. ¿El cáncer es generado en laboratorio?. No, no lo creo. El cáncer es un maremágnum que se ha ido creando. Se ha ido creando con la proliferación de diagnósticos supuestamente precoces que han disparado el número de casos. ¿Una epidemia encubierta?¿quién puede tener intereses por encubrir semejante cosa?. Pero se trata de una enfermedad perfecta, es una enfermedad que ataca al sistema inmune, es una enfermedad incurable o que puede nuevamente activarse y es una enfermedad en la mayoría de los casos mortal. 

Si fuera una enfermedad típica de la vejez, podríamos decir que es una enfermedad para quitarse a los jubilados y que así no tengan que cobrar la pensión. Eliminamos la longevidad y nos ahorramos miles de millones. No es el caso. Ni tampoco ataca por transmisión sexual. Ni siquiera se sabe el porqué se desarrolla ni apenas se sabe nada del conjunto de la enfermedad, salvo que son todo un múltiple conjunto de enfermedades con un mismo nombre y con un mismo patrón de comportamiento, que afecta al sistema inmunitario y que desarrollan o no desarrollan metástasis. Es decir, aniquilan desde dentro a la persona y al propio cuerpo. 

En ese contexto, un sistema médico sanitario ineficaz, una población cada vez más afectada, en todas las franjas de edades, en todas las profesiones, en todas las clases sociales, en todas las diferentes perspectivas, un problema mayúsculo que la sociedad no está abordando porque sencillamente es incuantificable. Este año han sido 100.000 nuevos casos, pero quién nos dice que el año que viene no será un millón de casos, dos millones de casos, al punto de colapsar el sistema público sanitario y todos los sistemas privados. Es imposible hacer tal cantidad de resonancias, tacs, quimioterapias, radioterapias. No es posible sostenerlo desde un sistema público, ni tampoco desde un sistema privado. Son tratamientos terriblemente costosos, tanto en el caso del cáncer como en el caso de muchas enfermedades raras. 

¿Hacia dónde camina todo esto?

A un lado de esta historia están los que ganan con esta movida, con la que hoy existe y con la que mañana existirá. Un grupo de gente a quienes le interesa que exista una epidemia de tales características, que tenga amenazado al sistema público y que dé pingües ganancias al sistema privado.

Desde mi punto de vista, esta movida sale de la sanidad privada, de cuando la sanidad privada se mete de lleno a competir con la sanidad pública y de cuando prácticamente todos los médicos están comprados, que trabajan en la sanidad privada además de trabajar en la pública. El negocio de la salud interesa fundamentalmente a la sanidad privada, porque vive de esto, de la enfermedad y de los agujeros que tiene el sistema público.

¿Pueden un grupo de aseguradoras privadas hacerse con un pastel tan grande?. Es que no son ellas solas. Son las aseguradoras privadas, algunas de ellas o todas en manos de grandes bancos. Son también las farmacéuticas. Y son principalmente los profesionales que trabajan en estos dos ramos.

Existen unos agentes de salud y existen unos agentes alimentarios. Y cuando digo agentes alimentarios hablo de grandes mercaderes de la alimentación, tipo multinacionales como Nestlé o como otras grandes firmas comerciales. La industria alimentaria, la propia industria, está coaligada con el sector médico. Y justamente este problema está dentro del sector médico. Son los que dictan las normas saludables y las normas dañinas para la salud. Y es ese sector médico el que está corrompido y sencillamente quiere hacer negocio con todo esto.

El cáncer siempre ha existido. Ya era mencionado por Hipócrates, con el término carcinos. Y aparece mencionado en papiros egipcios, datados en 1600 antes de Cristo. El cáncer ya existía, pero era una enfermedad minoritaria, podemos casi que decir que inapreciable.

Sin embargo, nunca había sido una epidemia o una pandemia de las características en las que se ha convertido en unas pocas décadas o de las características que lleva a convertirse en una o dos décadas más.

El mundo ha cambiado desde la segunda guerra mundial. Enormemente. De un mundo que todavía no quedaba bien claro quién mandaba más y quién mandaba menos, el mundo que surge a partir de la segunda guerra mundial, dejó bien claro este tema de quién manda. Occidente, representado en su superpotencia (Estados Unidos de Norteamérica) y en sus aliados (Europa, la Unión Europea, otros).

¿En qué se basa esta superioridad?. En tecnología y en armamento, básicamente. Son los más poderosos. Y las armas nucleares juegan un papel decisivo y básico. 

El mundo que surge tras la II Guerra Mundial es un mundo globalizado, un mundo que se globaliza más en las décadas siguientes, especialmente a raíz de la caída de la Unión Soviética. No se trata únicamente del predominio de los Estados Unidos de Norteamérica. Se trata del predominio de una nueva forma de hacer capitalismo. El capitalismo bajo el signo de la globalización, capitalismo en todas partes, el negocio llega hasta los lugares más recónditos y apartados y lejanos del planeta.

A partir de la II Guerra Mundial vemos algunos avances de la enfermedad, pero es básicamente una enfermedad reciente, de no más de 30 años de historia, que ha crecido exponencialmente en estos últimos 20-30 años. 

¿Quiere esto decir que es una enfermedad inventada?. No, no es una enfermedad inventada, pero es una enfermedad provocada desde dentro del sistema. Te irradio el aire, te contamino la alimentación, te envaso en plásticos la comida, yo soy quien te enfermo. Pero es una enfermedad útil para la sociedad. Son 200.000 casos todos los años en España, de los cuales dos terceras partes son población mayores de 65 años. Estamos hablando de unos 150.000 jubilados que anualmente dejan de cobrar la jubilación porque se mueren. O traducido, alrededor de unos 150 millones de euros que no hay que gastarse en ellos. Una forma de sanear las cuentas y los números de la seguridad social.

En resumen, el cáncer es un negocio multimillonario que mata a millones de personas al año, en todo el mundo, en todos los países, pero principalmente en los países más desarrollados y también en los países en vías de desarrollo. Es una enfermedad que podemos clasificar como típicamente occidental o que representa a un estilo de vida occidental. 

Los intereses en el negocio son mayúsculos. El sector alimentario. En un planeta de varios miles de millones de seres humanos, el negocio derivado de la alimentación es tremendo y no va solo. Ni siquiera se limita a explotar tus tierras sino que decide qué semillas son las que tienes que sembrar, qué porción de tierra, qué fertilizantes. Tú eres simplemente el brazo ejecutor, nada más, el verdugo de las grandes multinacionales como Monsanto o como Bayer que muy recientemente quería comprar al gigante Monsanto. ¿Qué pinta una farmacéutica comprando una empresa alimentaria?. 

¿Tiene que ver lo que comemos con el cáncer? Por supuesto que tiene que ver. 

¿Tiene que ver algo lo que respiramos con el cáncer? Por supuesto.

¿Tiene algo que ver lo que bebemos con el cáncer? Por supuesto.

¿Tienen algo que ver las radiaciones artificiales con el cáncer? Por supuesto.

Bien, la enfermedad perfecta. Un grupo de señores, codiciosos señores, fabrican una enfermedad; en lugar de no contaminar tanto, enferman a la sociedad, comenzando por quienes más consumen esas cosas que teóricamente son tan buenas para nuestra salud, esos preparados alimenticios en bolsas, esas sartenes de teflón, esos detergentes que usamos para fregar los platos, esos cócteles petroquímicos que respiramos en las grandes ciudades, esa agua que bebemos embotellada, todo un conjunto de pequeñas dosis letales que animan a crear una nueva enfermedad. 

Una vez que tenemos a la sociedad fuertemente amenazada, uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres contrae en su vida un cáncer, queremos ahora rizar el rizo. Les vendemos el remedio, nuestro remedio. Y seguimos causando el problema y seguimos controlando las soluciones. ¿Por cuánto tiempo. Sinceramente, creo que se les está yendo de las manos, creo que el asunto les ha ido demasiado lejos y que 10 millones de muertes al año no es algo que puedas mantener muchos años, so riesgo de tener una auténtica rebelión social que no sabes por dónde te puede salir. Todavía está el asunto muy callado, pero puede explotar en cualquier momento. De acuerdo, es un asunto super-especializado, es un asunto tremendamente complejo que consigue esconderse en su propia complejidad, no existe un responsable concreto, no hay una sola causa en la enfermedad sino múltiples causas inter-asociadas, pero la gran pregunta es dónde está el control. Y el control actualmente está en cómo se combate a la enfermedad y también en cómo se previene a la enfermedad. 

Cómo se previene. El día que se prohíban los transgénicos, el día que se acordone el poder de las farmacéuticas y del lobby médico, ese día tendrán que pensarse dos veces cómo recuperar el control y el poder perdido.

¿Cómo actúa el establishment, el sistema establecido?. Yo os provoco una enfermedad nueva, característica de toda la adulteración y manipulación que realizo de los alimentos, conservantes, colorantes, todos ellos debidamente autorizados. Y yo os provoco una enfermedad nueva con mi contaminación radiactiva de océanos y mares, del aire, de las tierras. Y así en un suma y sigue de agentes altamente tóxicos y dañinos cuyo origen está en las poderosas corporaciones industriales, en definitiva de los magnates de las grandes bolsas del mundo que trafican con alimentos, medicamentos y armamentos, quienes a su vez están debidamente apoyados por unos gobiernos condescendientes y pasivos. 

Siendo nosotros quienes hemos fabricado la enfermedad, ¿sentimos ahora compasión por los enfermos que hemos provocado? En absoluto, ahora les vemos como un nuevo mercado de negocio. Antes nos interesaban como sanos y ahora nos interesan como enfermos. Es un gran negocio la enfermedad, en especial este tipo de enfermedades incurables que estamos haciendo negocio con ellas durante toda la vida del enfermo. Pase por taquilla, por favor.

Dicho todo lo anterior, creo que tenemos ya un marco concreto para la presente cuestión que estamos hablando del cáncer o de los más de 200 tipos de cáncer que existen.

Existe un problema, un problema que está matando millones de personas todos los años.

Las soluciones. 

Se han dedicado grandes sumas de dinero para investigar en más cirugía, más radio y más quimioterapia. Es lo que interesa a la industria médica, porque eso es en lo que se han convertido los médicos, en una industria auxiliar de la propia industria que vive de fabricar la enfermedad y vive de fabricar esas soluciones inoperativas e ineficaces de cirugía más radio más quimio y para de contar.

Es un negocio en alza. Más enfermos, más médicos de oncología, más profesionales trabajando con la industria relacionada con la oncología, resonancias magnéticas, tacs.

Todo está muy bien, años dorados para la oncología, ganan mucho dinero. Pero la gran pregunta. ¿Por cuánto tiempo? ¿por cuánto tiempo puede mantener la sanidad pública esos costes tan enormes solamente en pruebas de diagnóstico y radiodiagnóstico?.

Vayamos solamente a una prueba de tantas. Hospital Clínico de Salamanca, más de 7000 resonancias magnéticas en un cajón, aplazadas. Un verdadero escándalo. Cuánta gente se habrá muerto sin que le hayan hecho las pruebas. Nuevo caso, en el mismo hospital, 7109 pacientes a la espera de ser intervenidos. Es una barbaridad para una relativa pequeña ciudad como Salamanca. ¿Sucede lo mismo en el resto de provincias españolas? ¿Cómo es posible que un sistema público de salud, catalogado de los mejores hace unos pocos años, haya degenerado tanto?

El tema del cáncer es muy complejo, pero básicamente se centra en un hecho clave o principal: la degeneración celular. Puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero su origen, su único origen en todos los casos, según nos dice la ciencia oficial de la medicina y del sistema médico sanitario es la degeneración celular. 

Mejor dicho, la degeneración celular es su primera consecuencia y, a partir de aquí, su degeneración en tumores internos y externos y en metástasis en diversas partes del cuerpo.

A mí, se me escapa el origen de esa degeneración celular. No tengo ni idea de cuál puede ser su origen o cuáles pueden ser sus orígenes.

¿Tiene origen u orígenes en nuestro estilo de vida?. Creo que sí. Me atrevo a pronunciarme que un conjunto de sustancias “industriales” y “tecnológicas” y fundamentalmente “químicas”, entran a nuestro cuerpo, en proporciones superiores a las que admite el cuerpo humano. No puede eliminarlas normalmente y su forma de eliminarlas es a través de las dos manifestaciones del cáncer, la tumoración y su expansividad y metástasis.

Suponiendo que nuestro cuerpo tenga una capacidad de eliminación de dichas sustancias, primero se trata de saber de qué sustancias estamos hablando, segundo de saber si el cuerpo tiene o no tiene capacidad de eliminación y cuánta capacidad tiene y, tercero, de eliminar esas sustancias de nuestro campo vital y de favorecer que el cuerpo consiga eliminarlas, dejándole solo o ayudándole de distintas formas posibles, si es que existen.

El origen u orígenes. Deben ser tantas las sustancias que provocan cáncer que ni las tienen controladas, pero básicamente, incluso la propia Organización Mundial de la Salud, ha llegado a una serie de acuerdos sobre esto. El tabaco, el alcohol, la contaminación, el amianto, la falta de ventilación en lugares de trabajo o en nuestros propios hogares, el plástico, el teflón, un conjunto de sustancias que se emplean en la industria alimentaria. A su vez, la contaminación en pescado y en carnes y en lácteos, todo ello dispara los biomarcadores que señalan una mayor predisposición a padecer cáncer y también una menor disposición a curarse por vías naturales.

Es ahora, en estos momentos, que está comenzando a surgir una nueva opinión pública que comienza a cuestionar la respuesta oficial contra el cáncer y los tratamientos convencionales contra el cáncer. No deja de pagar a Hacienda con objeto de que no se compre el siguiente acelerador lineal nuclear sino que directamente, no van a la sesión de quimioterapia que les habían impuesto y lo mismo se van a un médico naturópata que lo mismo comienzan a comprar muchas cosas en el herbolario del barrio. Igual también se mueren, pero no aceptan en ellos mismos el atracón médico que se hace con cada nuevo caso de cáncer. Que no es ir a por la enfermedad, sino como se trata de algo incurable y en investigación, parece que la cuestión está en hacer negocio para toda la vida y en evitar que el enfermo deje de estar enfermo.

Pero vamos ahora a las soluciones.

Se están muriendo muchas personas. ¿Hacemos algo por ellos?.

¿Qué se puede esperar de un sistema médico-sanitario que mete más de 7000 pruebas en un cajón? ¿qué se puede esperar de más de 7000 intervenciones quirúrgicas pendientes?. ¿Es un sistema fiable? ¿son unos profesionales fiables, de confianza? ¿para quién trabajan? ¿con qué criterios trabajan? ¿qué principios profesionales ponen en práctica? ¿Cuál es su interés, la salud del paciente o la salud de su propio negocio en el cual trabajan?.

Y la pregunta del millón. 

¿Existen terapias que no sean esas terapias tan costosas que tiene el sistema médico-sanitario público y privado?

Se niegan. Se oscurecen. Si es posible, no se dice nada. Por supuesto, no se investiga en ellas y por supuesto no se difunden sus conclusiones en ningún foro mundial. No se tienen en cuenta, directamente. Se ha conseguido apartarlas.

Sin embargo, se utilizan. Y mucho. Y el propio sistema es consciente, por esto las ataca con más saña, mostrando que no existe ningún camino más allá del que ellos están trabajando. Sus investigaciones, sus ensayos clínicos, sus avances. Son los únicos que cuentan y son los únicos que se tienen en cuenta. Lo demás, son charlatanes y opiniones espontáneas sin mucho fundamento.

¿Es verdad que la arcilla y el fenogreco se demuestran eficaces para ganar la batalla a tumoraciones externas? Ningún médico me ha hablado de semejante cosa, al menos ninguno de los médicos del sistema público de salud al cual me he dirigido. 

Pero, ¿por qué no me dicen nada?. Primero porque no lo saben. Y principalmente, porque no les interesa, ni quieren saberlo, ni tampoco lo han oído. En la profesión no se escucha semejante cosa tan disparatada, que la arcilla y el fenogreco sirven para abrir y reblandecer tumores y ayudar a expulsar su materia insana del interior. 

Aunque la evidencia les llegará por la experiencia personal de cincuenta, cien, quinientos, mil pacientes, no la tendrían en cuenta. Habrá sido por otras cosas, pero no desde luego por la arcilla y el fenogreco. Imposible, desde luego, imposible desde el punto de vista científico y de salud pública. Imposible, directamente.

No les interesa. Si usted expulsa un tumor gracias a la arcilla y al fenogreco, usted no se hace una serie de pruebas igual a mil euros, tampoco una intervención quirúrgica igual a dos mil euros ni por supuesto la radioterapia y la quimioterapia igual a otros tres mil euros, igual a seis mil euros. Perdone, pero si usted se ha gastado 30 euros en curarse, no se lo vamos a consentir. Gástese usted seis mil euros con nosotros antes de morirse.

Ahora bien, tengamos presente una cosa. El cáncer no se cura solamente con arcilla y con fenogreco. Esto es una parte. La otra parte es la que me estoy estudiando lo más concienzudamente que puedo. La parte interna, la parte de la acidificación y de la alcalinización, la parte de dentro del cuerpo, de qué promueve y qué no promueve. No todo está en la dieta, es verdad, pero la dieta o aquello que comemos es una parte sustancial para inmunizarse o no inmunizarse contra el cáncer, para ayudar a tu propio cuerpo a que pueda superar la enfermedad.

Una solución correcta no la sé. Pero me pregunto, ¿se trata solamente de alcalinizar el cuerpo?¿se trata de evitar su excesiva acidificación?. ¿Se trata de consumir más alimentos alcalinos y menos alimentos ácidos?. Parece que por aquí va la dirección correcta, pero con esto parece que no es suficiente. ¿Suplementos adicionales, plantas, hierbas, infusiones, además de la anterior medida?. Parece que no perjudica y que ayuda, pero tampoco se conoce su eficacia.

No creo que sea un asunto tan fácil como alcalinizar el cuerpo y tomar algunos complementos florales o herbales. Tenemos además los tumores externos y tenemos también los internos. La pregunta básica es si la arcilla y otras sustancias, por vía externa, son eficaces o no lo son. 

Por tanto, básicamente, el programa de actuación correcta frente al cáncer en general va, en primer lugar, a un cambio radical de nuestro estilo de vida. Un cambio radical que compromete principalmente todo lo que comemos y todo lo que bebemos. No a las bebidas alcohólicas, no a bebidas como la cocacola y similares. Y no a una alimentación inadecuada, lo que implica unos cambios completos de alimentación. Menos carnes rojas, menos lácteos, más comida frugivegana, fruta y vegetales crudos, más ensaladas, más alimentos alcalinos, menos alimentos ácidos.

Y además respirar, buena oxigenación, fumar poco o fumar nada, hacer ejercicio físico, aire libre y, de acuerdo con la doctrina térmica de salud de D. Manuel Lezaeta Acharán, baños fríos y uso también de la arcilla para regularizar las digestiones. 

En principio, parece que todo lo anterior es un buen programa de choque frente al cáncer. ¿Eficaz?. Si hacemos caso a los testimonios de personas curadas, siguiendo los métodos del Padre Tadeo y de D. Manuel Lezaeta, parece que sí son soluciones eficaces, incluso en casos que han sido desahuciados por la medicina oficial. 

Por tanto, sí, claro que sí, es una heroicidad salirse de ese sistema. Una heroicidad salirse sin metástasis y salirse con metástasis. Una heroicidad salirse en cualquiera de esas más de 200 tipologías diferentes del cáncer.

Es activismo, así literalmente.