Modelos de prensa

A la criatura humana nos va la marcha, el espectáculo, en los muchos sentidos que puede comprenderse la vida convertida en un espectáculo público o privado.

Un espectáculo para nosotros mismos, íntimo, es el desafío de hacer cumbre después de numerosos esfuerzos. Algo nuevo donde no repites lo que ya hiciste.

Deportes solitarios o en grupo, elecciones individuales. Nos ponemos retos. Y una vez conseguidos se ponen al servicio del Gran Clan Humano. Los retos nos definen y nuestra debilidad o fortaleza ante ellos, templan nuestra personalidad.

Motor y Aventura, una sección nueva para el nuevo periódico que estamos preparando por gentes de este lado y de aquel lado del Atlántico.

Creo que no hace falta decirlo. Este post va dedicado a la comunicación, la necesidad de los seres humanos de comunicarse y de plantearse desafíos que poder compartir con sus semejantes.

Ayer, en mitad de una paella valenciana que preparó un castellano de la comarca de Alba, unos amigos me preguntaron por la línea ideológica del nuevo periódico.

Dije que si las ideologías corresponden a la línea que va de los extremos, a la derecha, al centro, a la izquierda, el periódico no tiene cerebro.

Si la ideología es el tú ensucias el agua que yo bebo, dañas mi inmunología y me fastidias la vida, entonces como cualquier trozo de papel valiente e independiente, sí tiene ideología.

La crónica de un viaje no tiene política; viene a ser lo mismo que el viaje lo haga un señor de derechas o un señor de izquierdas, porque atendiendo al propio viaje, los árboles no cambiarán de color por ser de izquierdas o de derechas.

Existen temas que me resultan demasiado escabrosos, de caminos de cristales rotos que primero hay que limpiar concienzudamente antes de transitar por ellos. 
La política de partidos, los sistemas de transparencia y buen gobierno, el interés sincero por el bien común y de todos los ciudadanos, son un anuncio publicitario en los tiempos de hoy, con un abuso ilimitado de los límites de la verdad y de lo engañoso.

Véndame el coche rojo o véndame la señora deslumbrante, pero no me venda las dos cosas a la vez. Déme el tabaco, pero no me tome medidas para la tumba. Dígame que he sido multado, pero no me mire con cara de enterrador. Castígueme, si lo he hecho mal, pero no me tenga toda la vida haciendo penitencia. Son abusos y ridículos muy comunes en los tiempos y sociedades de hoy.

La ideología del nuevo periódico quiere no patinar en ese quedarse siempre en lo mismo de muchas cosas van mal, vamos a peor, así no se puede vivir, mejor en Marte, en dos semanas me ha amargado la vida.

En cambio, quiere mostrar que tres caminos pueden estar cerrados pero cuatro permiten ampliamente el acceso y camino por la vida, que siempre existen nuevas oportunidades para corregir y mejorar, que la vida no es un factor suerte o providencia sino un ganarnos por nosotros, como individuos y como sociedad, el espacio de bienestar y felicidad que debe ser propio a vivir más que limitarse a existir, esperar la muerte y protestar frente a la vejez.

La ideología, en realidad, es una percepción personal que nos habla de la facilidad en caminar por la tristeza o por la alegría y cuánto tiempo nos pasamos en cada lado de esa frontera.