Échame una foto
Estaba yo por Ledesma, disfrutando de un paseo por la orilla del río. Las aguas, embebidas de azul del cielo.
Échame una foto, dijo este árbol.
Puse cara de transeúnte, de turista indiferente. El don de la palabra, como el brandi de la tele, es cosa de hombres, digo de mujeres y hombres. Si un árbol te habla, el psicólogo te está tomando medidas. Das un par de pasos como que ignoras.
Échame una foto, con ese clic que te gastas. Voz de árbol que se ha pasado la vida, a la húmeda ribera del Tormes.
No quise hacerle un feo. Hice la foto, cogiendo en el encuadre a familiares, amigos y otros parientes del árbol, de nombre desconocido porque no me lo dijo. Y yo tampoco quise preguntar.