Prácticas y teorías de vida

Todos los días de la vida estamos aprendiendo, a la par que vivimos. Todos los días aprendemos a enfocar y a ver la realidad con ojos más auténticos, a saber discernir y separar el grano de la paja, lo importante y valioso de lo secundario y accesorio.

Y en estos contextos, la vida nos va ofreciendo diferentes escenarios, diferentes circunstancias, diferentes personajes y diferentes experiencias, que van haciéndonos como personas, con una forma de ser concreta y definida, con unos valores y fundamentos de vida, con unos principios de educación y con un camino de comportamiento. Esto es la teoría. Llegados a la práctica, en este mundo puedes encontrarte cualquier cosa, aún aquellas cosas que puedan sonarte a ridículas, absurdas, disparatadas, sin fundamento, fuera de toda objetividad.

El conjunto de nuestra vida diaria viene dictado por cómo son nuestras circunstancias, además de venir dictado por cómo somos nosotros mismos. Pero si las circunstancias son favorables, es fácil también que tengamos la oportunidad de mejorarnos y de superarnos, de conseguir, con menos esfuerzo, mejores resultados, visibles, prácticos.

Si ahora pensara en las oportunidades que ha ido dándome la vida, pues creo que estaría escribiendo sin parar, porque, en muchos sentidos y de forma literal, la vida nos da grandes y buenas oportunidades, en especial cuando estamos un poco atentos a saber crecer con ellas.

En ocasiones, quizás esas oportunidades no nos gustan, pero ayudan a mejorarnos, a sembrar una disciplina interior, que no el ser cuadriculados, sino aceptarnos en nuestra humanidad, en lo que esto significa de debilidad y de fortaleza.

Los golpes ofrecen inseguridad e incertidumbre y retomar la seguridad y la confianza en nosotros mismos, no es un proceso que consigues en un solo día, sino tras mucho y continuado esfuerzo, en el cual te llega lo que tiene que llegarte cuando ya estás preparado, pero eso solamente lo sabes tú mismo y en el instante que te lo estás viviendo. Si has hecho un buen trabajo personal, lo consigues.

El cuándo eso ya se produce en tu corazón, en tu mente, en tu cerebro, es algo más de relojería y apreciación interna. Temas como el cuánto nos sentimos de felices o de infelices, el cómo es nuestro estado de ánimo, qué altibajos o señales de aviso se muestran en nuestras vidas diarias, es como tomarse el pulso o tomarse el nivel de colesterol.

Salud mental podemos decir, el cómo nos funciona la psicología y en consecuencia de qué y cómo llenamos nuestros cerebros, de qué tipo y clase de pensamientos, emociones y sentimientos. Y con qué actitud.

En fin, me sonrío, la vida es un poco filosófica, pero también es netamente práctica, visible, evidenciable. Y eso es un signo de buena fortuna, el ver con claridad el qué acontece en nuestra vida.