La tranquila normalidad
El regreso a la tranquilidad tiene también su mérito. Amo la tranquilidad, qué digo, amo con intensidad ultravioleta y de todos los colores a la tranquilidad. Beber en la tranquilidad es qué digo, maná del cielo, delicias de los dioses del firmamento, trocitos de Dios, de placer y felicidad. ¡Me encanta la tranquilidad, soy feliz en la tranquilidad! ¡Amo la tranquilidad! ¡Y se me está notando! Qué es la tranquilidad. De nuevo cada palabra tiene muchos usos, según el contexto, según la persona. Yo hablo ahora de un tipo de tranquilidad, la tranquilidad que a mí me pone seguro, bien y feliz. La tranquilidad que saca mis mejores valores y cualidades y que me da fuerzas de vivir, me ilusiona. De esta tranquilidad es de la que ahora comienzo a escribir. Es la tranquilidad que podía decir Winston Churchill con aquella frase que afirmaba que la democracia es un sistema de gobierno donde saber que si alguien te llega a casa, de madrugada, no es otro que el lechero que te