Triunfos personales
La grandeza de las acciones, está también relacionada con la grandeza de las personas. No me refiero ahora a los honores y grandezas sociales que nos damos unos a otros, cuando nos lo damos. Hablo más bien de lo que consideramos, dentro de nosotros mismos por algo insignificante o algo que es valioso. Soy uno, uno más. Mi vida es privada, particular. Creo que desde este sentido hablar de grandezas sociales es hablar de “vale, dame el premio grammy, gracias a todos”, pero llego a casa y me como una ensalada o hablo con mi vecina o echo migas a los pájaros o acaricio a mis gatos. No hay nada nuevo en mi vida si toda la novedad está en la aprobación de los demás. Nací como humano y sigo siendo humano, al margen de los escenarios. En otros tiempos, pienso que como prácticamente todo el mundo, yo también quería triunfar. No sabía muy bien qué era eso de triunfar. Quizás es que te habla todo el barrio, te saludan los camareros cuando entras a un bar, tonterías de ese estilo. O quizá